lunes, 18 de octubre de 2021

Luchando por nuestro entorno

 

Los pescadores asturianos hemos sido y somos los mejores garantes del patrimonio natural de los ríos salmoneros más meridionales de Europa, de la conservación del ecosistema de nuestras riberas y de nuestra cultura popular vinculada a la pesca fluvial. La desidia de las Administraciones Públicas, su falta de compromiso es el principal factor del declive de las poblaciones de truchas y de salmones en los ríos asturianos.


La vigilancia contra el furtivismo fluvial que usa métodos de exterminio masivo de peces es mas que preocupante, el estado  de las aguas es un autentico despropósito porque ni depuran los vertidos ni erradican los vertidos ilegales; no defienden la integridad de los cauces frente a los aprovechamientos eléctricos, la extracción de áridos o mejorando las escalas para facilitar el ascenso de los salmones; no controlan ni garzas, ni cormoranes ni nutrias, si quieren hablamos de lo que ocurre con la pesca en alta mar.

Del estado de los “regatos” que antaño eran las repoblaciones naturales, mejor olvidarse, alguno ya no ven la luz desde hace tiempo, “devorados” por la maleza y el matorral, pero poco importa. La hoja de ruta de las cabezas pensantes es clara, prohibicionismo y mas prohibicionismo para limitar las posibilidades de la pesca deportiva y castigar a los pescadores. Pero en realidad castigan a la especie como ocurrió con el urogallo. Especie protegida, especie desaparecida. 

Pero los pescadores seguiremos malgastando fuerzas, seguiremos peleándonos entre nosotros, los egos de algunos hacen mas daño que los cormoranes, seguiremos perdiendo el tiempo en batallas menores que ya sabemos a lo que conducen.

Un pescador en el río es un vigilante desinteresado, y quien no conozca esta realidad no hará más que empeorar la situación de las poblaciones de truchas y salmones asturianos.


Grita el Glayu

 

El GLAYU ta preoucupau, tamos en manos de nadie,  bueno en manus de TRAGSA, que van descubrir el agua caliente y la penicilina a estas alturas y van facer cambius en casi todo, tan entamando una de la que nun se como vamus a salinus d`ella, ay mamininina, en manus de quien.

El GLAYU nun da creditu, celebrasi un campeonato de España de Pesca en San Esteban de Pravia y  como si fuera la fiesta de prau de casa guelu, la alcaldesa Muros Nalon, monta un escenario pa entrega premius que  ye pa llorar, al final la Federación Pesca con buen criterio declino facelu alli. 

Lus cotos del occidente sin constituir, otros sin adjudicar y el Director David Villar vendiendo humo a diestro y siniestros, mira que ye afayaizu el jodio, eso si, lus presidentes de lus cotos mas tontos que el, creyendoi todo, El GLAYU ta convenciu que nun tenemos sitio pa mas tontus.

Cambios en Reglamento Caza, nome no, nun lu toqueis que vais estrpalu mas, nun sabeis, El GLAYU diz que ye imposible ser mas torpes. Quien va ser el atreviu que quiera ser Jefe Cuadrilla ante tantu despropositu. Estus llevannus a la ruina.


El GLAYU ta estupefactu ante tantu catedratico de la nada, haber si nus entendemos, las cacerias por dañus son pa esu, pa lus dañus, y cotos que nun tienen dañus solicitan cacerias por dañus, y encima lu faen sin tener coto, y un coto diz que las tasas las paga el coto, pero nin, nun hay coto enterate, y de esas cacerias de cada 4 una ye pa lus locales, locales no pa las cuadrillas del coto, hay que cacao tenemos montau, algunas cabezas tan como sonajeros minin, 

Ya tamus liaus con lus census de salmon, pero estia año paezme que van a supervisalus los Angeles de Charlie, bueno Tragsa, qu eye apareciu, sabemos que existen, que faen de todu pero el jefe nunca lu vemus. El GLAYU ta posau en una ramina, sabe Dios lu que liaran estus, VIVA TRAGSA, estu nun me da buena espina.

El GLAYU ya se asustu del todo, ahora quieren que lus alcaldes soliciten cacerias por dañus, y que los certifique la Policia Local, vaya cara tiene este Consejero, y algun alcalde prestase a ello, manda huevos.


Los ríos asturianos: entre el paraíso y el vertedero

 

Cuando me encontraba en plena redacción de este artículo que me solicita Rafa González, recibí un video sobre el río Sella donde se pueden observar imágenes divididas en dos partes: ‘Lo que se ve’ y ‘Lo que no se ve’.  Es un video estremecedor de 3 minutos de duración que vale más que mil palabras para diagnosticar la situación de nuestros ríos y describir una de sus causas: la basura que los invade con total impunidad de sus causantes, y ante la pasividad absoluta de las administraciones competentes del Estado y del Principado para la protección de nuestras aguas continentales.


Hace años que los aficionados a la pesca, colaboradores voluntarios y generosos de la protección de los ríos asturianos, venimos reclamando ayuda, atención y cuidados para las joyas del Paraíso Natural que son nuestras corrientes fluviales. Denunciamos los estragos de las extracciones salvajes de áridos y los obstáculos artificiales que mutilan los cauces; criticamos la mayoría de los encauzamientos que se diseñan y construyen alterando las riberas, las playas y los pozos que conforma la naturaleza; culpamos a los vertidos que envenenan, provocan la pérdida de pureza de las aguas y dañan gravemente la flora y la fauna de las riberas; clamamos contra las especies invasoras que diezman nuestras especies autóctonas, alguna de ellas, como los salmones, los más meridionales de Europa; condenamos y reclamamos medidas de vigilancia contra el furtivismo.

Pero una nueva plaga amenaza nuestros ecosistemas fluviales: la basura. Lo que se muestra en el video del río Sella sería impensable que pudiera filmarse en el parque de San Francisco de Oviedo, en el de Isabel La Católica de Gijón, en el de Ferrera de Avilés, en el Dolores Fernández Duro de La Felguera, en el Jovellanos de Mieres.

Esto quiere decir, de entrada, que nos encontramos ante otro episodio más, indicativo del conflicto existente entre la Asturias rural y la Asturias urbana generado por un desarrollo económico y social descontrolado que castiga duramente a las zonas más alejadas de los núcleos urbanos donde se genera la actividad y los bienes cuyos deshechos acaban en el fondo o en las orillas de los ríos, sin que ningún colectivo ecologista ponga freno o diga ‘basta ya’ a la Consejería de Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado -muy preocupada por los plomos de los pescadores que traban sus aparejos- y a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico que prohíbe navegaciones  pero no vigila las que autoriza, ni tampoco vela por el respeto a los caudales mínimos obligatorios de las concesiones de saltos de agua, presas y tomas existentes.

Soy consciente de que no es un problema exclusivamente asturiano, sino un grave problema de ámbito supranacional. No quiero omitir que, a través de los ríos de todo el mundo, la basura urbana llega a los mares y océanos, principalmente los plásticos. Datos de la ONU señalan que, ‘aproximadamente 7 millones Tm. de residuos son arrojados o llegan anualmente a los mares y océanos de nuestro planeta: neumáticos de coches, botellas de plástico, latas, líneas y redes de pesca, bolsas de plástico, aplicadores de tampones, colillas de cigarrillos, pilas, condones… y la lista continúa’. 8 millones de objetos son arrojados al agua cada día y 45.000 pedazos de residuos plásticos flotan en el mar de media por milla cuadrada. El 80 % de esta basura proviene de tierra. La cantidad de trozos de plástico que flota en la superficie se ha incrementado más de cien veces en los últimos 40 años. 

Pensando en nuestro Paraíso Natural asturiano, y pensando en nuestro pequeño trozo de responsabilidad para velar por la salud de las aguas de nuestro planeta ¿cuándo empezaremos a pensar en nuestros ríos y en nuestros mares, los grandes olvidados del ecologismo militante que todo lo invade? ¿Las administraciones públicas responsables de la policía de aguas y de la protección de los ecosistemas fluviales seguirán cruzadas de brazos ante este problema? ¿El único problema que estas administraciones creen que tienen nuestros ríos, y que afecta a nuestra riqueza piscícola, somos los pescadores, y por eso hay que recortar días de pesca, prohibir las artes que pescan mejor, pescar sin muerte, limitar capturas, y así hasta prohibir la pesca o hacerla imposible?

Pues no. Los problemas de nuestra fauna piscícola son las extracciones salvajes de áridos, los obstáculos artificiales que mutilan los cauces, los encauzamientos que alteran las riberas, las playas y los pozos que forma la naturaleza, los vertidos que envenenan y dañan gravemente la flora y la fauna de las riberas, los depredadores sin control y las especies invasoras que diezman nuestras especies autóctonas, el furtivismo… Y ahora también, cada día más, la basura. Vean el video del río Sella, por favor, y quienes pueden y deben de hacerlo adopten las medidas proporcionales para la solución. 

¡Basta ya de hipocresía y de fobia anti pescadores para ocultar la pasividad de las administraciones!.


Los ríos de León: presente y futuro

 

Cerré la temporada de pesca en el coto de Gradefes en el Esla en septiembre, con una reposada jornada de poco más de dos horas, que fue entretenida.  Con un río bajo, típico de los cauces regulados leoneses en esta época, las ninfas tropezaban en algas y piedras y la seca no encontraba pintonas dispuestas a hacer por ellas. Enredando con unas y otras, alguna trucha se dejaba ver, pero se emperraban en picar con la desgana propia de un día que barrunta tormenta y no termina de romper a llover. Las hormigas aladas corroboraban mis sospechas, sin que la eclosión fuese suficiente para que los peces hicieran por ellas. 


Al final un par de peces a la mano, uno de cierto porte, que colmaron mis pretensiones, resultando una jornada sosegada y relajante en la mejor compañía. No pido más.

Decir que León ha mejorado espectacularmente sus poblaciones trucheras en los últimos años, es una verdad irrefutable, datos oficiales lo corroboran, con densidades altísimas e incremento notable del tamaño medio de los ejemplares.

Recuerdo cuando los primos leoneses de los que aquí protestan por cupos, tallas, vedas, ninfas y demás lindezas, se rasgaban las vestiduras contra la ley proteccionista que regularía la pesca en Castilla y León, pero quién gobierna y gestiona se mantuvo firme. La Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León, probablemente no sea mejor que la de Asturias, de nombre largo y pretencioso, la de Cantabria, etérea y densa, o la de Galicia, más prolija y confusa, pero la diferencia está en que la de nuestros vecinos del sur se aplica y se cumple.

Negar la evidencia resulta ridículo y hasta patético, en la línea de los que dicen que la pesca sin muerte no sirve para nada, pero los datos y resultados se comprueban a orillas del Orbigo, Esla o Duerna. Puedes tener un día mejor o peor de pesca, pero siempre tendrás la seguridad de que hay peces.

Para los que presumen de tener datos de países inexistentes, con río utópicos y basándose siempre en estudios poblacionales hechos por la Universidad de Nunca Jamás, nada mejor para restregarles por el focico, que datos, reales, oficiales y contrastados, con una serie histórica ya razonable desde la aplicación de la nueva Ley de pesca en León.

https://medioambiente.jcyl.es/web/es/caza-pesca/informes-seguimiento-control-poblaciones.html

Pero para que todo esto sea posible, debemos recordar el Santo Grial: RIOS PECES PESCA, que en León se cumple, ya que sin río no hay nada. Las recientes intervenciones en el río Orbigo, modificando su encauzamiento y respetando la llanura fluvial, suponen un cambio en el planteamiento de este tipo de intervenciones. Si además hacemos un proceso de concertación, en el que se explica y pide opinión a la ciudadanía, no solo a los pescadores, conseguimos implicación y conocimiento. Estas obras de ingeniería fluvial, que respetan la nueva normativa referida a inundaciones, regeneran cauces, riberas y lecho, naturalizando el entorno. El video adjunto nos ayuda a comprender el proceso y ver sus efectos.

https://www.youtube.com/watch?v=YdsRnOG6jX0

La recuperación de la conectividad lateral es clave en el proceso, junto con la de las llanuras aluviales, que toda la vida se inundaron. La escollera se aleja del cauce, con un retranqueo de los diques lejos del agua, protegiendo y respetando el cauce histórico. Seguridad y protección ambiental no deben ser incompatibles.


No creo en las casualidades, pero me convencen más los resultados, y me gusta escuchar decir que los ríos en encauzados son una aberración hidráulica, en boca de los responsables de su gestión. 

Sobre la base de un completo estudio hidrológico, con datos estadísticos históricos y las aportaciones de los lugareños, se establece un plan de acción y se opera en consecuencia. Directo y eficaz.

Después de esto (RIO PECES) ya si eso nos ponemos a hablar de pesca, y vemos como podemos echar unas varadas en ríos trucheros leoneses, con buenas aguas y mejores poblaciones, desde abril al 12 de octubre. Pero resulta, que encima casi todas las aguas, excepto los tramos libres de pesca sin muerte, son de acceso controlado, no todas de pago, y podernos establecer planes de gestión, controlando el número máximo de ejemplares que podemos sacrificar. Resumiendo, tenemos series de datos sistemáticas de las poblaciones, sabemos el número máximo de ejemplares que se van a sacrificar y nos preocupamos y controlamos el estado de los ríos…casi nada ¿no?.

Espero que entendamos entonces, las inexplicables causas que permiten a los ríos leoneses ser uno de los mejores destinos trucheros estatales, aportando datos y hechos reales y palpables. Seguramente, alguno de los múltiples catedráticos chigreros o chamanes fluviales que abundan por nuestros ríos, no estará de acuerdo conmigo, pero en esta ocasión lo va a tener más complicado que otras veces, para buscar argumentos razonables que rebatan los míos.


Un futuro incierto

 

Estamos en ahora  enfrascados como suele ser habitual por estas fechas, en un  manido intercambio de mensajes entre dos posturas que desde hace tiempo se han instalado en las tertulias piscícolas, pesca con muerte o captura y suelta.

Los censos en los ríos suelen ser habituales en esta época, en función de sus resultados son utilizados por unos y otros para avivar la polémica. 

Los censos  de salmones nos revelan información pero insuficiente, los censos son escasamente fiables, sus resultados tienen que interpretarse con prudencia tanto a la hora de defender   que los salmones ni escasean tanto y también para lo contrario. Hay que incidir mas en las repoblaciones, las truchas no están mucho mejor que los salmones lo que indica que el problema esta en la calidad de las aguas y no en la pesca, PERO TODO ESTO SON LECTURAS SUPERFICIALES.


Nadie habla de los regatos donde las truchas se reproducían y donde año tras año nos ofrecían extraordinarias jornadas de pesca, hoy están muertos, los vertidos continúan haciendo daño, si, los ríos están abandonados a su suerte  De la Confederación Hidrográfica y su trabajo mejor ni hablamos, VERGONZOSO.

 Los expertos también nos dan su opinión, “Las previsiones son negativas porque afectan al salmón y a las especies de las que se alimenta. Como es un animal que prefiere el agua fría, su distribución irá desplazándose hacia el norte y reduciéndose, “Las poblaciones de salmón buscan la estrategia para maximizar sus probabilidades de supervivencia en condiciones hostiles, pues “es una especie nativa del Atlántico Norte y tiene preferencia por aguas frías”.

Seguimos hablando de soluciones, pero ninguna se pone en práctica, ¿Por qué motivo?.

La pregunta que todos nos hacemos es si realmente estamos en el camino correcto, si de verdad estamos haciendo los esfuerzos necesarios para reinvertir esta situación .Estaremos destinando al río el presupuesto necesario tal y como se hizo y se hace con otras especies emblemáticas en esta región como osos y urogallos. Tengo la extraña sensación de que no, creo que nos estamos equivocando todos.

Durante esta temporada aparecían salmones “marcados” las teorías daban para todo, que si las redes, el furtivismo, pero todo hace indicar que la acción predadora de las nutrias cuyas poblaciones se han descontrolado son las responsables.

De verdad se hacen esfuerzos para controlar el furtivismo, de verdad se ponen los medios necesarios para evitar la pesca en el mar, de verdad nos preocupamos de estado de los ríos, de verdad los controles de cormoranes son efectivos.

Hace unas semanas aparecía en plena playa de La Cueva en Canero un TRASMALLU, y a plena luz procedieron a retirarlo, todos sabemos quien era el propietario, embarcación y patrón, pero no parece que ocurra nada

La normativa de cara a la próxima temporada volverá  a ser un copia y pega, mas de lo mismo, guiños a todos, volverá el  ninguneo sin precedentes a las Asociaciones de pescadores colaboradoras, y mas a aquellas que participaron en la manifestación de julio. Así es difícil avanzar, seguiremos estancados y perdiendo tiempo en asuntos menores.

¿Qué modelo de gestión queremos?, esa es la pregunta.


Anécdotas de caza

 

Hace unos días recibía el libro de mi buen amigo Jose Ignacio Ñudi, “Anécdotas de Caza”, presumo de ser amigo del autor desde hace mas de 30 años, y de haber compartido muchas jornadas de caza, conozco sus habilidades como cazador, conocedor del campo,, su flora y fauna como pocos, extraordinaria escopeta y sobresaliente pluma cinegetica, probablemente de lo mas destacado del panorama en los últimos años, por eso no me sorprende el resultado final de este libro, sencillamente extraordinario.

Este libro no tiene otra pretensión que entretener relatando una serie de anécdotas cinegéticas vividas por el autor, otras de las que el autor fue testigo o que le han contado otros cazadores.

Reúne en el libro a extraordinarios cazadores con buena pluma, lo que hace que al instante te enganches a sus páginas y disfrutes de cada lance, de cada anécdota como si estuvieses en el monte disfrutando de una jornada de caza.


Historias divertidas, en algunos casos increíbles, momentos insólitos que solo los que viven la caza con esa pasión ilimitada del cazador de vocación pueden entender.

Este libro “Anécdotas de caza” es una autentica joya que valoraremos con el paso del tiempo en su justa medida. Recorrer sus páginas repletas de “lances” es dar un paseo por el lado extraordinario de la caza, así que les recomiendo que se dejen llevar.

En el prólogo, Juan Delibes, hace un alegato brillante de la figura de Jose Ignacio Ñudi y de la grandeza de la caza de ayer y de hoy.

Así, Anécdotas de Caza, se nos presenta como un libro  que recoge todo lo que está al margen de lo convencional, todo aquello que se escapa de la aparente normalidad cinegetica, de lo establecido y lo cotidiano. 

Por último, en “Anécdotas de Caza”,  descubriremos a extraordinarios cazadores que escriben tan bien como cazan, un autentico lujo disfrutar  de tanta calidad literaria y cinegetica.

Todas estas historias, por supuesto, aparecen acompañadas de las mágicas ilustraciones de un genio como Pablo Capote. El resultado es un libro apasionante, algo único que nos muestra esa grandeza de la caza, anécdotas que quedan apartadas de nuestra cotidianeidad y que sin embargo son reales. 

Lo extraordinario también puede ser bello. Hay mucha pasión en cada relato, en cada anécdota que van  más allá de la aparente  realidad y de lo que vemos a simple vista. Disfrutad de este libro irrepetible.

Autor: Jose Ignacio Ñudi

Ilustraciones: Pablo Capote

Puedes disfrutar de este libro enviado 15€ al siguiente número de cuenta ES38 0081 1512 1600 0106 6314 con tu nombre y apellidos y justificante de la transferencia enviandolos al siguiente número de whatsapp


Un pufo en cada pueblo

 

Seguimos como estábamos o peor. Los cotos pendientes de Adjudicación, los del Sur-occidente sin constituir y las cabezas pensantes empeñadas en seguir de la nada a la nada.

Ya hace tiempo que comente el error que supone que caduquen los cotos, una cosa es la caducidad de la concesión  de la gestión cinegetica y otra muy diferente que caduque el coto, con todo lo que esto conlleva, así estamos ahora, con cotos pendientes de adjudicación  y en un mar de dudas con solución complicada en manos de esta “tropa” de iluminados.

¿Para que sirve el Consejo Regional de Caza? ¿Quién asesora a estos políticos?, ni se han leído la Ley de Caza ni creo que lo hagan.

Es necesario cambiar la Ley de caza pero no lo van a hacer, tienen que pactar con el PP y no lo harán, estos pactan con otros, una pena porque con pocos cambios volveríamos a tener una Ley de Caza muy buena.


Como están más perdidos que una vaca en una playa quiere implicar a los alcaldes, y a los que les hagan caso van a meterles en un problema no menor. Alguien debería explicarles que para solicitar cacerias por daños hay que justificar estos debidamente y que además hay que cumplir la Ley, que es muy clara al respecto, 25 % de las cacerias para locales, otro 25 % para regionales y el 50 restante para general, o sea de cada 4 cacerias una para los locales, y por locales no se entiende cazadores del coto, si no cazadores empadronados en ese municipio, independientemente que sean del coto o no.

¿Si no hay coto quien  justifica los daños? Despropósito tras despropósito, pero no le demos vueltas, nuestro principal problema somos nosotros mismos, los CAZADORES.

Esto no tiene solución y los problemas derivados del sector cinegético pasaran factura al medio rural abandonado a su suerte, una ruina absoluta por obra y gracia de la Consejeria de Parasitosis y Extinción del Principado.

Es difícil avanzar careciendo de liderazgo y con un colectivo donde cada uno va a lo suyo, nos engañan con un puñado de cacerias y todos felices, pero el problema continua y las soluciones no llegan.

Hace años la máxima era destruir a la ASTUR DE CAZA, de la que fui gerente durante 25 años, había que dividir al colectivo, y para ello lo mejor era  crear un coto en cada pueblo, hoy tenemos un pufo en cada pueblo y queremos volver al pasado, ahora nos damos cuenta que no tiene razón de ser, pero me temo que es tarde, muy tarde para rectificar y corregir los desmanes del pasado.


Se mueven las codornices


Como siempre, al aproximarse la desveda algunos aficionados, jóvenes normalmente, empiezan a dudar de lo que les va a deparar la temporada. 

Y es normal, porque saben bien que las codornices le pueden ocasionar la mala pasada de encontrar pocas donde hace bien poco abundaban, como me temo que se va a dar el caso esta temporada. Por el contrario, para el cazador veterano de codornices, la práctica de la caza es la razón positiva permanente, mientras que para los principiantes es indispensable el estudio de los distintos factores de adaptación al desarrollo del trabajo práctico. 


En definitiva, que donde a día de hoy se está cosechando en zonas frescas y altas hay codornices. Por el contrario, donde se ha cosechado hace dos o tres semanas y han retirado hasta la última paja a ras del suelo es posible que brillen por su ausencia. En las parameras es importante fijarse al empezar a cazar, si las botas se mojan por el rocío mañanero, suficiente para que las codornices puedan beber y aguantar en la zona, porque llover no ha llovido hace más de un mes y eso es fatal.

Andar mucho no quiere decir que se ande bien o lo que es igual que se cace bien y menos si no se tiene un buen perro. Tampoco llevar una escopeta significa que se posean los conocimientos que esta práctica requiere, por muy fácil que parezca. De hecho, la mayoría de las piezas que se fallan podrían haberse cobrado si el cazador no se hubiera precipitado al disparar. 

Y para terminar, unos consejos para los cazadores de nuevo cuño: el perro que cace siempre despacio, cortando bien el terreno, con el viento de cara y el sol de espaldas si es posible, contar hasta tres antes de doblar el dedo índice, mostrada la pieza intentar los diestros cerrar la salida del lado derecho de forma que se obligue a la codorniz a arrancar por el lado izquierdo, posición mucho más fácil para correr la mano y abatir al animal, para encontrar la pieza abatida y no despistarse, no quitar la vista del lugar donde cayó dejando una señal en el lugar, bien sea el pañuelo o un cartucho y si se trata de un doblete razón de más.


Seguimos de la nada a la nada

 


Algunos políticos mienten, a veces; lo hacen para eludir responsabilidades, apuntarse un éxito que no es suyo, otros alternan el vértigo de tomar decisiones con el temor  a equivocarse. 

El caso del Consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial Alejandro Calvo es digno de estudio, miente paro no alcanzamos a saber para que, malgasta demasiado tiempo en maquillar la realidad, una realidad palpable que le deja en mal lugar casi siempre. El ambiente es sombrío y el temor se aprecia en todos y cada uno de los detalles de su nefasta gestión. Una gestión marcada por la desidia, el ninguneo y la mentira. 

Hoja de ruta equivocada, amparada en un equipo de trabajo muy mediocre que se dejan asesorar por algunos que no hacen más que aumentar su confusión.


Las decisiones tomadas en las últimas semanas en materia cinegetica son una desconsideración a nuestro colectivo que excede lo tolerable, -anteriormente habían  hecho lo mismo con los pescadores- No hace falta  demasiado olfato para detectar  la percepción que este Consejero tiene de la caza y de los cazadores

No puede sorprendernos nada de este Consejero ni tampoco del   Director, David Villar, desbordados por la actualidad y superados por el cargo que les viene demasiado grande. Intentan justificar lo injustificable con la conocida propaganda en medios afines, delegan en TRAGSA la elaboración de un nuevo Reglamento de Caza y por si esto ya no fuese suficiente acuden a los alcaldes para  traspasarles su responsabilidad en la “chapuza” de las cacerias por daños que han puesto en marcha , saltándose la Ley de Caza con el único afán de desviar la atención de una realidad mas que preocupante y  para satisfacer con migajas a un colectivo de cazadores tan torpe como egoísta, nos vendemos por cuatro cacerias y así intenta este Consejero salir indemne de su pésima gestión.

Hoy mas que nunca esa Consejeria es una jaula de grillos donde el ruido es insoportable y lo único que importa es elegir trinchera y disparar a bocajarro al contrario, pero sin saber muy bien quien es ese contrario, no parece una estrategia acertada  ningunear y despreciar al funcionario que debería ser el mejor de los aliados. 

Es obvio que con este panorama el futuro de la gestión de la caza en nuestra bendita Región no puede invitarnos al optimismo, seguiremos de la nada a la nada, dando bandazos con políticos tan mediocres como estos y lo más preocupante con el colectivo más dividido que nunca y tan mal representado como siempre. Entre los que quieren cambios en la gestión, los que no los quieren, y los que se pelean entre ellos, el cuadro que queda es  tremendo, no puede ser mas desolador y esto esta empezando. En el batiburrillo no hay quien se entienda y no se atisba una  solución, un armisticio, que de un poco de tiempo para recomponerse y respirar en el vendaval.

Nos hacemos daño entre nosotros, todos van cargados de razones que vuelan como puñales. Y mientras la gestión de muchos cotos paralizada. Aun hay tiempo de sobra  para revertir el clima toxico, pero aquí nadie sabe exactamente como ni cuál es el plan porque cantan los grillos a todo trapo. Alguien entrara en escena y nos dirá “oído el Consejo”, aunque yo al menos no se si será el Consejo Regional de Caza, o el Consejo de TRAGSA o tal vez  que el subconsciente de alguno le traiciona, pensar en mala intención seria el principio del fin, pero no lo descarten.