martes, 6 de febrero de 2018

UN DATO PARA LA ESPERANZA

Satisfacción en la Asociación de pescadores Las Mestas del Narcea al comprobar que los alevines de salmones de la estación de Quintana (Pravia) que se soltaron el año pasado regresan en una alta proporción (en torno al 50 por ciento) a nuestros ríos. El dato es importante ya que desmonta objetivamente a los escépticos que venían diciendo que las repoblaciones no sirven para nada
El 50 por ciento de los salmones que este año han regresado al Nalón y al Narcea nacieron en la estación de alevinaje de Pravia que gestiona Mestas del Narcea
De los 110 salmones que han pasado el control que anualmente se hace en “los capturaderos” destinados a tal efecto, un 40% venían sin la aleta adiposa y si  hiciésemos el balance sobre los añales exclusivamente, las cifras subirían a un increíble 60%
Mestas del Narcea ha repoblado con salmones marcados desde 2013 y cada temporada se capturas más salmones sin la aleta adiposa lo que indica de la efectividad. En 2013 se marcaron 50.000 alevines;  en 2014 un total de 128.500; en 2015 fueron 156.500, bajando en 2016 a 75.000 alevines y en 2017 a 60.000
Evidentemente lo mejor sería no tener necesidad de repoblar. Opino también como muchos, que la mejor repoblación es la que no hace falta (no la que nunca se hizo), pero tal y como están las cosas hoy en día, eso va a ser poco
La impresión general, y con la que estoy de acuerdo, es que sin ser la solución definitiva al problema de escasez de truchas y salmones,  las repoblaciones sirven para mantener una cierta densidad de peces que de otra manera sería imposible de mantener.
Las continuas mortandades de truchas que año tras año viene sufriendo el río por temas de vertidos etc., serían muy difíciles de subsanar si no fuera por estas prácticas.
En tramos de río con buenas poblaciones, es quizás donde menos haga falta nada y tal vez donde peor éxito se obtenga. Pero, como he dicho antes y por desgracia, estos tramos son cada vez menores.

Hay quien opina que las repoblaciones, lejos de beneficiar, incluso perjudican (enfermedades, alteraciones genéticas, etc.). También se decía que los salmones no remontaban  debido a la estación de alevinaje de las Mestas ubicada en la parte baja del Narcea.
Pero todo ello no dejaba de ser opiniones sin ningún rigor, basadas en la intuición o en las hipótesis personales de cada uno.
 Estos datos  recogidos de forma rigurosa y que no dejan lugar a la duda abren una puerta a la esperanza y confirman que la producción de salmones de manera natural por el propio río es ya la misma que la que se genera por la repoblación.


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