Finalizado el 2021 es momento de volver la vista atrás y hacer balance de lo acontecido durante el año. Es obvio que no es un buen año para nuestro colectivo.
En menos de dos años el Gobierno ha sido capaz de poner fin a la caza controlada en los parques nacionales; convertir al lobo en una especie protegida, y acrecentar así el conflicto y la alarma social; y de poner en pie de guerra a veterinarios, científicos, cazadores, ganaderos, dueños de animales y hasta funcionarios a cuenta de la ideíca de crear un nuevo estatus jurídico para los animales a cuenta del Anteproyecto de Ley de Bienestar Animal, que se resume en prohibir, prohibir y prohibir.
En Asturias seguimos de la nada a la nada, tal como adelantamos los cotos no se adjudicaron hasta febrero y algunos aún siguen sin adjudicar. Con una modificación del Reglamento que desarrolla la Ley de Caza 2/ 1989, que es una chapuza más y que poco o nada va a solucionar, más bien al contrario. Siguen las cabezas pensantes tocando teclas y más teclas desesperadamente, ahora asesorados por los “técnicos” de TRAGSA, catedráticos de la nada, y con algunos personajes tan limitados como atrevidos intentando convertirse en los “salvapatrias” de la actividad cinegetica en esta bendita región asturiana cada día más abandonada a su suerte.
Tenemos que mover ficha, no podemos seguir cediendo pulsos, pero para ello es necesario que las Asociaciones de cazadores estén bien representadas, con personas con capacidad para gestionar y representarnos, no podemos seguir en manos de 4 caciques y presidentes floreros que nos venden al menor descuido. Apenas podemos salvar media docena de Asociaciones de cazadores bien gestionadas, el resto confunden gestión con repartir cacerias, malgastar esfuerzos de forma individual no suma, resta y mucho, pero algunos no acaban de entenderlo, y lo mejor que pueden hacer es olvidarse de lo que saben y aprender lo que desconocen, seguro que el colectivo se lo agradece.
Por todo ello el próximo 20 de marzo bajo el grito de ¡basta ya!, el colectivo cinegético tenemos que colapsar las calles de Madrid, para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que acabe con los ataques que el sector lleva sufriendo durante los últimos años desde los grupos animalistas más radicales.
Todos los actores de las zonas rurales, de esa zona deprimida que llamamos La España VaciLada", tenemos que participar en la gran marcha que recorrerá en marzo el centro de la capital.
Tenemos que ir todos a Madrid para, con la fuerza de nuestra presencia, demostrar lo que somos frente a la intolerancia, frente al progresismo mal entendido y frente a un gobierno que lo único que pretende es imponernos su voluntad. Por la libertad de seguir cazando, por la libertad de seguir pescando, por los agricultores, por los ganaderos... Todos en Madrid el 20 de marzo.
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