viernes, 20 de abril de 2018

EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES DE PESCADORES


Arranca una nueva temporada de pesca, una mas, con pocos cambios en la normativa, pero con la sensación de cambio, mas por la buena disposición del nuevo consejero Fernando Lastra y el Viceconsejero, Fano, que por la funcionalidad mostrada hasta el momento.

Existe entre el colectivo de pescadores mucha ilusión en los nuevos gestores, y parece que  la desidia y el descontrol, la improvisación de los anteriores gestores puede pasar a mejor vida.

Bien es cierto, que las primeras sensaciones nos dejan un sabor amargo, el Campanu este año se pescaba en Cantabria, donde los salmones en sus ríos tienen una presencia testimonial, pero a pesar de ello nos han metido un gol por toda la escuadra, iniciando antes que Asturias la temporada de pesca con muerte.

Una vez mas la incompetencia del Jefe de servicio de Caza y Pesca,  del Principadoel señor Hernández, “Tito chapuzas” nos pasa factura, el mismo que se empecina en no reconocer que las Reservas de Caza son una ruina, el mismo que hace unos meses hacia unas declaraciones sobre los cormoranes que  retratan. al  personajillo.

Con estos mimbres el cesto no puede salir bien. Alguien debería explicarle al Consejero Lastra que el enemigo lo tiene en casa, y así mal vamos. No podemos seguir padeciendo funcionarios que se mueven entre el rechazo a la realidad y la indulgencia. En la Administración  algunos se pasaron mucho tiempo desentendiéndose del presente, dedicando el tiempo a imaginar el futuro. Los resultados de todo esto ya los conocemos.

Hoy la pesca en Asturias depende en gran medida del trabajo de las Asociaciones de pescadores, que trabajan mucho y bien, de forma altruista, trabajo estable y rigurosos, pero  corren el riesgo  de comprobar como su trabajo puede ser  desbaratado con decisiones caprichosas de personajes que en materia piscícola tienen que olvidar lo que saben y aprender lo que desconocen.

El papel de las Asociaciones de Pescadores en la gestión es ahora mismo irremplazable, su trabajo y buen hacer les avala, su comportamiento es destacable, y un ejemplo a imitar- han tragado saliva  y aguantado estoicamente  los malos momentos y ninguneos que han padecido- por eso su prestigio se mantiene incólume.

Los salmones siguen melancólicos, tristes, no están del todo enfermos, ni del todo sanos, por eso el trabajo que queda por delante es un reto difícil, pero ilusionante, por eso es importante que las Asociaciones de pescadores sigan trabajando sin descanso, unidas, y lo mas importante, que sepan gestionar los momentos  de frustración que inevitablemente se producen y generan dudas.

Una frase-" El día que el colectivo de pescadores deje de pensar con la caña en la mano, seguramente, que habrá más peces en nuestros ríos, incluso para pescar”. Juan A. Lázaro
Un dicho-La paciencia, la dedicación y la observación hacen al buen pescador.

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