El
lugar elegido para este evento fue desde el primer momento el Monasterio de San
Salvador de Cornellana, Monumento Histórico-Artístico Nacional del siglo XII,
integrándose todo él en un principio dentro del claustro. Con el paso del
tiempo, la Feria
fue creciendo y junto a los expositores, cada vez eran más las actividades
organizadas en relación a la pesca, por lo que el espacio se quedó pequeño y
hubo que habilitar nuevas zonas como el albergue de peregrinos o el patio
interior, en el cual se hizo necesario la instalación de una gran carpa. Prueba
de la enorme aceptación fue el espectacular aumento de visitantes, de los 2.000
de la primera edición a los más de 15.000 de la edición de 2014.
Con
el nacimiento de CAPENASTUR, Asturpesca, la feria del salmón paso a integrarse
dentro del marco de actividades de esta.
SUBASTA DEL «CAMPANU»
Pero
sin lugar a dudas el momento más emocionante de la feria es la subasta del
«campanu», esto es, del primer salmón que se pesca en un río asturiano en la
temporada.
Desde
que la organización de la feria optó por la celebración del «remate» del
«campanu», éste se convirtió en el acto central de la segunda jornada de la Feria.
¿Cuál es el origen del apelativo
«campanu»?.
Al
primer salmón que se echa a tierra de cada temporada de pesca de cada río
asturiano, se le denomina CAMPANU. La denominación tiene su origen en el volteo
de las campanas de las iglesias, que tenía lugar antaño en épocas de hambruna,
pues la llegada del salmón era un motivo de alegría y de ésta forma se
anunciaba en el valle y zonas adyacentes la captura del primer salmón de la
temporada, que era esperado "como agua de Mayo" , pues su pesca,
reforzaba la alimentación de los lugareños, dado que en épocas anteriores a la
industrialización, "todos los ríos asturianos tenían abundantes
salmones".
Se
cuentan varias anécdotas en cuanto a la abundancia del salmón en tiempos
pasados. Así en la construcción de la carretera a Pajares, los obreros
exigieron que no les sirvieran mas de tres veces salmón a la semana y algo
similar debió de ocurrir en el interior del monasterio de Cornellana,
pues hay quien que cuenta que allí tuvo lugar una de las primeras huelgas
asturianas, en el siglo XVII, en torno al salmón. Cansados de comer siempre lo
mismo, los monjes benedictinos decidieron hacer una huelga para exigir que, al
menos dos días a la semana, se les sirviese otro alimento, aunque tratándose de
religiosos, es difícil de creer.
¿Qué es el «remate»?.
En
1669 S.M. el Rey reconoció formalmente la potestad municipal, que ya estaba
consignada en los archivos municipales en el siglo XVI, por la que el
Ayuntamiento arrendaba cada año mediante pública subasta los derechos de
propiedad sobre la mitad de las capturas que se realizaran en un determinado
periodo y zona. La adjudicación de esa subasta recibía el nombre de «remate».
Esta potestad se ejerció hasta el año 1926, en que se abandonó la misma, porque
provocaba más conflictos que beneficios. La adjudicación de la «media pesca» se
realizaba mediante pública subasta siguiendo un interesante ritual. El
rematante debía ser persona lega, llana y abonada, es decir, no pertenecer al
fuero eclesiástico, ni a la nobleza, pero debía tener hacienda.
SUBASTA DEL «CAMPANU» Y LA FERIA DEL SALMÓN.
Es
a raíz de la aparición de la pesca deportiva cuando la tradición del «remate»
se ve modificada por las nuevas circunstancias y comienza a subastarse el
«campanu» de cada uno de los ríos asturianos, alcanzando gran eco no sólo a
nivel regional. La transacción se realizaba habitualmente en conocidos
establecimientos ribereños, como Casa Grana o El Casino de Cornellana, adonde
acudían el pescador y los posibles compradores, hosteleros de renombre
asturianos y madrileños, que luego exponían el preciado salmón en los
escaparates de sus establecimientos, indudable reclamo publicitario.
En
la actualidad, si la captura del primer salmón de Asturias coincide con el día
de apertura de la temporada de pesca, la Feria ofrece la infraestructura necesaria al
pescador para la subasta del Campanu de Asturias.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA SUBASTA DEL «CAMPANU»
El
salmón es el recurso natural por excelencia de la Comarca del Narcea,
protagonista principal en la historia de este Valle: bien preciado, antes y
ahora, sustento y medio de vida, generador de riqueza y modos de vida, moneda
de cambio, origen de leyes y derechos, provocador de conflictos y litigios, de
relaciones humanas, administrativas y jurídicas, patrimonio natural y cultural
de esta comarca ribereña que a su amparo se desarrolla y crece.
Ya
en tiempos prehistóricos el hombre buscó asentamientos próximos al río por
motivos obvios: agua y sustento. Su pesca propició el desarrollo de ingenios y
útiles para su captura y modos de producción alimenticia que hoy ya forman
parte de nuestra historia.
Hasta
la Edad Media
sólo tenemos referencia de anécdotas, historias y leyendas que aparecen
esporádicamente en documentos y crónicas. En el año 775, reinando Silo y
Adosinda, la incipiente monarquía asturiana ya aparece ligada a los derechos de
pesca sobre el salmón. Así lo atestiguan el testamento de Alfonso III, que en
el año 905 transfiere estos privilegios a la Iglesia de Oviedo, y unas cartas del rey Fruela,
año 912, que confirman unas donaciones de su padre, Alfonso III, a la sede
episcopal de San Salvador de Oviedo. Entre estas donaciones se encontraban los
derechos de pesca salmoneros de un río asturiano.
Aparecen
los privilegios de pesca que tratan de establecer normas y regular la pesca,
así como los tributos debidos, en base al conocimiento de la experiencia
diaria. Se los disputan nobles y cleros, los heredan, los ceden. Desde tiempo
inmemorial Pravia ostentó el derecho de percibir la mitad de los salmones, la
«media pesca», que se pescaran entre las Mestas del Narcea y Fuente Espilonga,
próxima a la desembocadura del Nalón en San Esteban. Los monasterios de San
Bautista de Corias, Santa María de Belmonte y San Salvador de Cornellana
acumulan los derechos de pesca del río Narcea. En el Coto de Cornellana, en el
siglo XVI, los derechos de pesca eran exclusivos del monasterio: le
correspondían el primer salmón y la primera lamprea de la temporada. Su venta o
cesión temporal le producían 120 reales anuales. Entre 1811 y 1856 se suprimen
los privilegios señoriales y eclesiásticos, abriéndose un nuevo periodo en la
evolución de la pesca. Ahora es el Estado, u órganos intermedios que lo
representen, el único gestor de estos recursos.
Ya
en la II República
se mostró un interés turístico y deportivo por la pesca del salmón, creándose
en 1928 la primera sociedad de Caza y Pesca de la comarca. Desde la segunda
década del siglo XX hasta el año 1939, en forma de pequeñas concesiones a
particulares, van apareciendo los acotados de pesca deportiva. El 16 de febrero
de 1939 se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la nueva norma para
la pesca del salmón en el norte de España, que sólo admite la pesca a caña,
prohibiendo el resto de artes. Aparece definitivamente la pesca deportiva, que
se confirmará en la Ley
del 20 de febrero de 1942, reguladora del fomento y la conservación de la Pesca Fluvial , y en
el Decreto de 6 de abril de 1943, que aprueba el Reglamento para la ejecución
de la Ley de
Pesca Fluvial, que además establecen de forma obligatoria el precintaje de los
salmones.
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