jueves, 28 de febrero de 2019

OTRO TONTO MAS


No me canso de repetir que se vivía muy bien en los pueblos cuando solo habían un tonto  en cada uno de ellos, ahora abundan como las ortigas.

Las redes sociales bien utilizadas pueden desembocar en aspectos saludables y positivos pero mal utilizadas tienen mucho peligro, más que un mono con dos pistolas, y desgraciadamente  abundan los tontos que hacen mal uso de ellos.

Hace unos días la Fundación Artemisan publicaba un video muy pedagógico y extraordinariamente bien realizado sobre como deberíamos utilizar los cazadores de forma correcta esas redes.

Pero a los pocos días un impresentable de encefalograma plano, grababa un video con un zorro  y hacia con el mismo todo tipo de salvajadas, como suele ocurrir con estas cosas el video corría por las redes a velocidad de vértigo y lo aprovechaban los cazasubvenciones y los medios sensacionalistas para arremeter contra el colectivo de cazadores.

Una vez más una acción individual manchando el buen hacer del colectivo, una vez más los cazadores demonizados por obra y gracia de las faltosadas de un zoquete.

Llueve sobre  mojado, seguimos empeñados en utilizar las redes sociales de forma equivocada, y mas allá de esta caso que repito es la secuencia de la actuación de un encefalograma plano, un imbécil que desconozco que psicotécnico y quien se lo habrá hecho, tenemos que reflexionar sobre algunas imágenes que dejan mucho que desear en lo que al respeto se refiere del animal cazado.

Una se harta de ver  imágenes fuera de lugar, imágenes de montas de perros, videos de perros sobre un rastro y su dueño contando y cantando las grandezas del perro en cuestión.. Más de lo mismo…

Dicen los sicólogos que los complejos de superioridad no existen, todos son de inferioridad, y va a ser verdad. En esto de la caza el agua caliente hace tiempo que se invento y todos conocemos donde están los buenos perros y los buenos monteros, esos que no necesiten vender humo en las redes sociales, esos que dejan que los perros hablen en el monte. Antaño abundaban los cazadores de bar, ahora abundan los cazadores virtuales, empeñados en engañarse a si mismos, en hacerse trampas al solitario. Una pena.

Decía un profesor de filosofía que la felicidad consiste en la limitación y es verdad, en estos de la caza hay muchos que son felices.

Porque no utilizamos esas redes sociales para intentar  que esa sociedad no cazadora conozca la caza, profundice en sus aspectos positivos que no son pocos, entiendan que la caza es herramienta de gestión imprescindible…

No podemos seguir así, de la nada a la nada.

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